Jóvenes, no sean violentos, sino pacificadores.

Para el pueblo sanandresano ha sido una indignación la muerte de dos jóvenes que fueron asesinados por personas que todavía no saben lo que es la tolerancia, y mucho menos el amor que se le debe tener al prójimo. Es normal que todos tengamos diferencias, pero no hay justificación alguna, para quitarle la vida a otra persona, porque Dios es el único que tiene ese derecho. De manera muy sincera y humilde, quiero enviarles mi pésame a las familias que han perdido a sus seres queridos recientemente. Recalco, éste pueblo rechaza enfáticamente todo tipo de violencia provenga de donde provenga, y nosotros los jóvenes no podemos seguir asesinándonos los unos con los otros, porque tenemos un compromiso social y político con toda la comunidad del archipiélago e inclusive, con nuestra patria, Colombia.
Aquí el problema de fondo es que muchas familias de San Andrés, están viviendo una crisis de valores, y lo que esto ha conllevado, es a la deslegitimación de los padres en el hogar. Es decir, hay hijos e hijas que se han convertido en padres de sus padres, irrespetándolos hasta el grado en que ellos, los padres, han perdido toda autoridad sobre sus hijos e hijas. Padres, recuperen la credibilidad y la autoridad en sus hijos e hijas, porque ustedes tienen mucha responsabilidad sobre el comportamiento violento que ellos demuestren ante la sociedad. La educación empieza desde el hogar. Amar a los hijos no es permitirles que hagan lo que se les antoje, sino corregirlos en el momento que haya que hacerlo y con respeto y mucha sabiduría.
Ustedes jóvenes, sí ustedes, deben dejar la violencia, porque éstas islas son bendecidas por Dios, y no debemos permitir que por la violencia que se está presentando en este territorio, sea causa de maldiciones para nuestro pueblo. Jóvenes, no sean violentos, sino pacificadores, arreglemos nuestras diferencias con los demás, de manera pacífica y siempre con respeto hacia nuestros semejantes. Así como Jesús llamaba a sus discípulos sus amigos, yo los llamo mis amigos a todos… usted joven que está leyendo esta columna redactada para ustedes, por favor, si usted es violento o tiene problema con otra persona y si usted desea solucionarlo, pero no quiere recurrir a las autoridades que son las competentes, yo me ofrezco como mediador o como garante para buscarle salidas al conflicto, por medio del diálogo constructivo, si usted así, lo considera pertinente. Utilizar el don de orientador que Dios me ha dado y utilizarlo con ustedes sería un acto de humildad de mi parte y de buena voluntad para con ustedes.
La Biblia dice: “dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamara hijos suyos”. (San mateo cap.5 versículo 9). Todos estamos llamados a contribuir a la paz. Jóvenes, la vida es linda, y por tal motivo no debemos arrebatársela a otros como si fuera un objeto cualquiera, y peor aún, hacer sufrir a los familiares. Que les pasa, dejen la violencia, y los invito mejor a estudiar en las instituciones como: SENA, INFOTEP y la Universidad Santo Tomas. Nuestro departamento necesita “liderazgo transformador por San Andrés, Providencia y Santa Catalina” y son ustedes los que tienen el potencial de liderazgo y que muchos de ustedes no lo han descubierto aun, por andar pensando en tomar represalias contra otros. ¡Basta ya de violencia! ¡No podemos de seguir llevando lutos a las familias por falta de intolerancia entre ustedes los jóvenes!
Muy pronto estaré en algunos barrios realizando visitas de pacificación para tratar de mermar la violencia que se ha venido presentando, y les pido de antemano, a los presidentes de las diferentes juntas de acciones comunales, a que me colaboren para reunir jóvenes para yo dictarles charlas de liderazgo y de proyecto de vida. Esto ya ha dejado de ser un problema de familias, porque ha llegado al grado de un problema que afecta a toda la comunidad de manera directa o indirecta. Aunque, se que el gobierno debe tomar medidas al respecto, yo como ciudadano pacificador que deseo la paz y predico la paz, cumpliré con mi deber como buen ciudadano a contribuir con mis conocimiento para buscar alternativas positivas, al mejoramiento de la convivencia social, que debe recuperar nuevamente, mi pueblo. Muchos dicen: ¡las autoridades competentes y el gobierno departamental no hacen nada! Yo les pregunto: ¿igual haremos nosotros, nada, y viendo como se destruyen nuestra juventud? Aquí también debe haber un compromiso social, porque afecta la convivencia social.
Finalizo invitando a todos los jóvenes involucrados, a que se alejen de los problemas y busquen el apoyo de los padres o de lo contrario buscar ayuda de las autoridades competentes o personas que los puedan orientar, y de parte mía estoy disponible a colaborar, para reconciliarlos con sus contrincantes o las “culebras” como ustedes suelen llamar a sus enemigos. Como dice el dicho: es mejor que digan: “aquí corrió Pepito, y no murió Pepito”. Me resta decirles una vez mas que, me encuentro a su disposición o como decimos popularmente: “voy para las que sea” con tal de poder contribuir…

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